Supongo que ya tocaba volver: ¿El amor como antídoto o como desastre natural?

domingo, 15 de noviembre de 2015

Pues después de un mes de tener el blog parado por falta de ese elemento imprescindibles en la vida llamado tiempo, hoy he decido poner un poco el orden este espacio, y actualizarlo mínimamente, no puedo prometer una continuidad porque lo que es la organización no es mi punto fuerte.
Tengo pendiente una importante lista de reseñas, pero mientras tanto os dejo un texto propio que escribes en esos momentos inoportunos cuando en realidad tendría que estar estudiando.


¿El amor como antídoto o como desastre natural?


En la discusión más inconcluyente me hicieron un disparo de pregunta en el pecho izquierdo. ¿El amor era encontrar la estabilidad en una calma emocional, o en cambio sus reales connotaciones procedían  de esa ferocidad que nos arrasa las venas y nos puede llegar a consumir ?

¿El amor como antídoto o como desastre natural?

Yo lo descubrí las noches de luna menguante leyendo las rimas de Bécquer, divagando en noches de pensamientos filosóficos que duraban hasta el amanecer donde los colores teñían el cielo con sus sentimientos. Ha sido el detener el tiempo que producen los abrazos, las cosquillas después del mejor orgasmo, la canción de música que te inspiraba llegar hasta las nubes, la sonrisa más inesperada en un día calcinado por el gris. El cuadro que contenía la vanguardia más surrealista. La caricia que deja más huella, y ese olor a canela de las madrugadas de domingo. El poema más inspirador del firmamento

Pero mis palabras no podrían acotar su significado en esa definición, tendría que hablar del huracán que arrasó todos y cada uno de mis ideales, para poder seguir creciendo, las locuras de dos mentes pervertidas por experimentar con su vida, las discusiones más apasionadas que esconden el sencillo mensaje subliminal de un “ te quiero” en la garganta. El sexo más salvaje en el momento menos legal. Las rebañadas en el cuello apunto de clavarnos los incisivos, los deseos más exaltados. La magia poderosa de un corazón frenético y desbocado.

Solo podría concluir de una forma difusa  y vaga, que para mí el amor es la historia interminable de dos antagonistas que se atrapan.

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