Ojalá tuviera el mismo valor de decirte lo que escribo.
De cogerte por los hombres y mirarte
Para el tiempo entre nuestras pupilas
Y sumergirnos en las espirales de emociones
que te tendría aquel instante.
Me gustaría enseñarte todo lo que sé
y lo que aún desconozco.
Temblar sin necesidad de tocarnos.
Retumbar todas las disonancias
que existen en el piano
Ir a conciertos de Jazz y recodarte
lo que es tocar el saxo.
Leer todas las historias que pretendo imaginar.
Y saltar de todos los acantilados
donde me quede atrapada.
No soy fácil,
eso ya lo sabes.
No sé que piensas,
eso es imposible de averiguar
sino pregunto.
No puedo darte las 24 horas de mi tiempo.
Ni negarte que la curiosidad
me hace volar por el mundo entero.
Pero puedo prometerte que en cada lugar
leeré a la luna hasta que se desborde en mis papeles.
Fotografiaré cada paisaje que me de oxígeno en los pulmones.
Cambiaré, porque no creo que sea malo
aprender cosas nuevas,
No quiero medias tintas,
Ni juegos encriptados sin solución.
Nada de metáforas retorcidas donde esconderme.
Soy sincera, sin sarcasmo, sin dobles intenciones.
No hablo ni del paraíso, ni del cielo.
Sino de la realidad
Aquí y ahora
Porque creo que es preciosa.
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