Todos los hombres y mujeres somos absolutamente iguales,
sin distinción alguna de etnia, color, físico, sexo,
orientación sexual, edad, discapacidad, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición,
como queda recogido
en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de Naciones Unidas de 1948,
pero tú eres una auténtica hija de puta.
El final no me lo esperaba para nada :P
ResponderEliminarNi yo en su momento, por eso me llamó la atención.
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