Sábado de abril.

lunes, 2 de mayo de 2016

Cada milímetro de ti está presente en mí desde aquella noche,
a pesar de que sé,
al igual que lo supe entonces,
que a estas alturas ya no debes ni siquiera recordar mi nombre.
Tal vez te suene si alguien te pregunta por qué estuviste desaparecido ese sábado,
tal vez te llegue la imagen de mi rostro o el sonido del tono de mi voz.
Pero no soy estúpida,
no albergo esperanzas.
Porque sé de sobras que para ti esas horas no fueron nada,
pero para mí fue como visitar otro mundo,
uno construido sobre los pilares de tu sonrisa.
Y la imagen de tu espalda se quedó grabada en mi mente cuando te levantarte y te fuiste.
Y pensé que es cierto eso que dicen, que hablar con un desconocido puede ser más fácil que hacerlo con un amigo.
Te llevaste uno de mis peores días aquella noche,
aún no te lo he agradecido,
aún no te he sacado de mi mente.

5 comentarios:

  1. ¡Qué profundo! Tienes una forma muy elegante de escribir, me ha encantado :) Qué rabia cuando te quitan una de tus peores noches pero no quieren quedarse para protagonizar los mejores días. Eso que se pierden.

    Aquí tienes una nueva seguidora. Espero que también te pases por mi blog y así podamos leernos a partir de ahora.
    Un saludo!

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  2. ¡Hola ¿qué tal?, no conocía tu blog hasta ahora por lo que he decidido seguirte jeje te invito a que visites el mío y si te gusta que quedes en el . Me ha gustado mucho!, escribes de maravilla jeje,
    un beso.

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