El relato lo escribió para un concurso. En él, tenía que escribir la historia de un personaje que él eligiera del videojuego League of Legends, así que si alguno de vosotros es jugador habitual del LOL es posible que lo encontréis familiar. Al final ganó el concurso y me dijo que si me quería subirlo al blog, yo acepté y aquí lo tenéis. La verdad es que aun no siendo una persona que le emocione mucho el LOL, me ha gustado bastante, así que espero que lo disfrutéis.
He dividido el relato en tres partes, que iré subiendo consecutivamente los próximos lunes. Bueno, basta ya de hablar y vamos al tema.
"El alma es lo más preciado que poseen las
personas, es lo que nos hace únicos, lo que nos permite ver la luz que guía
nuestras vidas y lo que permite que el corazón pueda amar. El alma es eterna e
indestructible… pero nuestra mente no y al igual que sucede con el corazón,
esta se puede romper y hacer que nuestra alma sucumba al mayor de los
tormentos.
Esta es la historia de un buen hombre,
de corazón y mente pura, amante y defensor de la vida, esta es la historia de
cómo incluso las mejores personas pueden romperse y dejar paso a los monstruos
que custodian y encarcelan en lo más profundo de su ser.
Todo comienza en lo que antaño fue un
lugar en el que la vida reinaba, en donde las personas trabajaban por construir
un futuro lleno de esperanza, para ellos y todas las generaciones venideras, un
lugar que hoy en día conocemos como Las Islas de las Sombras.
Allí vivía un joven sanador, cuyo autentico nombre
ya se ha olvidado, ya que nosotros le conocemos por otro más oscuro; casado,
con dos hijas y dedicado en cuerpo y alma al cuidado tanto de su familia como
del prójimo.
No es que fuese un santo, pues genio
no le faltaba pero por lo general le gustaba más reír que fruncir el ceño y
disfrutar contándoles a sus hijas las historias de su infancia en Jonia y como
allí aprendió todo cuanto sabía acerca del arte de la sanación. Fueron buenos
años. Pero la paz no es duradera, y los poderosos parecen disfrutar provocando
guerras. No sabría decirte si fue una rebelión contra el rey o si fueron unas
disputas territoriales entre los codiciosos nobles o tan siquiera si en un
principio el detonante fue una causa justa….El caso fue que la guerra llegó.
En una guerra, los sanadores cobran
una importancia increíble, casi tanta como las armas que empuñan los soldados,
y al nuestro le toco participar en una contienda que aborrecía y despreciaba,
sin embargo su conciencia le exigía que no podía quedarse de brazos cruzados.
Su esposa e hijas le ayudaron en todo cuanto podían, quizá fuesen tiempos
oscuros, pero al menos estaban unidos.
Pero el destino es impredecible."
Fernando Lominchar
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