Y tú, artífice de tu propia destrucción,
a quién dedicarás tus noches en vela,
cuando no tengas esas palabras fugaces
que te hacen ver la vida en rosa.
Tú, que te empeñas en arreglar la destrucción de otros
mientras la tuya pende de un hilo
Tú, fugitiva de la realidad,
que nada más verla te acojonas
porque te da miedo vivirla.
Tú, niña con valores propios,
si es verdad que los tienes,
empieza a sacarlos de una vez en lugar de dejar que el mundo te los arrebate.
Tú.. Chica de pura fachada,
ármate de valor
y empieza a hacer grandezas
en un mundo de hipocresía.
La niña cuadriculada
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