Inseguridades que no te pertenecen y
quieres empujar y presionar.
Ver hasta donde aguantan,
hasta donde llega este
juego sin reglamento definido.
Así te conviene, porque la linea entre saber
jugar bien y hacer trampa es difusa.
Que las caras de poker cada vez son mas
difíciles de mantener,
pero cada vez hay mas en juego, y la partida se pone
interesante.
Fácil seria retirarse, la inseguridad por arriesgar
y el miedo a
perder están en mi mano de cartas e invitan a abandonar,
pero la ambición y
ganas de la Reina de corazones tienen bastante valor,
me aferro a ese par de
tréboles de la derecha, que inspiran confianza y suerte.
El problema es que las
picas son muy traicioneras y peligrosas,
y más cuando las manos del resto de
jugadores están llenas de ellas.
Sigues
repartiendo diamantes, viendo quien los recoge y aumenta el numero de fichas,
y
cómo no ibas a querer que la apuesta suba,
siendo tu el ganador final pase lo
que pase.
Es un juego de estrategia sin reglas,
y puede que la
incertidumbre queme,
pero más queman las mentiras.
Y a nadie le gustan los
tramposos, aunque eso a ti en realidad te da igual.
Porque en el poker, la casa nunca pierde.
PD: mejor que no sepas sobre mi habilidad de contar cartas,
que a lo de ser listos, jugamos los dos.
Gabriela Betancourt
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