No se me borra de la mente el recuerdo de tus manos:
Manos trabajadoras, aparentemente duras, pero que acarician , protegen, espantan lo feo y malo de mi vida.
Manos que me rescatan no una , ni dos, nis tres veces, sino todas las que hicieron falta.
Manos que me levantan cuando caigo.
Manos que me sostienen si las fuerzas abandonan.
Manos que abren ventanas para que las oscuridad no acabe ahogándome .manos generosas que regalan todo, aunque se queden vacías.
Manos que curan heridas, sobre todo las del alma, que son las más difíciles de sanar.
Manos que empujan cuando el viento sopla en contra con tanta violencia.
Manos que recogen los pedruscos en mi camino, te los metiste todos en los bolsillos con tal de que llegara yo a mi meta.
Manos que me alimentan de cariño, siempre ración doble, para que no me quedara a medias.
Manos
que cogen al toro por los cuernos: valientes, muy valientes, pero
también manos que te llevas al pecho cuando la risa se apodera de ti.
Con nuestras manos le dimos la vuelta a la tortilla y juntos nos reímos hasta la adversidad. Tus manos colocaron una nariz roja a la crueldad y logramos ridiculizarla como se merece.
Manos que rechazan mediocridad, que se rebelan contra la injusticia y que apartan cualquier tipo de discriminación.
Manos que denotan genio, aunque nunca supo mirar por encima del hombro
No sé si mis manos fueron capaces de llenar las tuyas. Siempre me parecerá escaso. Mi gratitud hacia ti es infinita. Te has ido con las manos llenas con el cariño de los tuyos, las cosas intangibles que no se pueden tocar, ahora esas manos reciben las de aquella que tanto echabas de menos.
No sé si mis manos fueron capaces de llenar las tuyas. Siempre me parecerá escaso. Mi gratitud hacia ti es infinita. Te has ido con las manos llenas con el cariño de los tuyos, las cosas intangibles que no se pueden tocar, ahora esas manos reciben las de aquella que tanto echabas de menos.
Yo me quedo por aquí, junto a los que me enseñaste a querer desde la lejanía estaré bien no te preocupes, y cuando la vida trate de ponerme una zancadilla, me aferraré a tus manos, que aunque no las vea, se que siempre estarán.
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