Fomentando la lectura...o no

La entrada de hoy es un poco distinta a lo que suelo hacer. No es una reseña, ni un autor ni ninguna sección de las de mi blog, es un tema sobre el que estuve pensando el otro día y me he decidido a comentar. Hablo de la lectura y su escasez.

Cada cierto tiempo nos encontramos con noticias, comentarios y demás, en las redes sociales y medios de comunicación, sobre la escasez de lectores juveniles en España. Cada vez se lee menos, es un hecho, constantemente se lanzan campañas que ayuden a fomentar la lectura y nuestros profesores intentan animarnos desde pequeños a que en vez de ver la televisión cojamos un libro, pero no da resultado. Esto da que pensar, ¿cómo es posible que con todo lo que insisten en que leamos, cada vez la población lectora asidua sea menor? A esto tenemos varias posibles respuestas.

En primer lugar que sea difícil acceder a los libros. Por muy idiota que parezca esta posibilidad, algo de verdad tiene. Cualquiera dirá, "es fácil conseguir un libro, vas a una librería y punto". Aquel que diga esto no ha pisado una librería en varios años. Es difícil acceder a los libros de una librería porque valen su peso en oro. La situación que voy a poner ahora es una situación que cualquier lector conocerá sobradamente. Entras en una librería, ves un libro realmente bueno, te entran unas ganas irresistibles de comprarlo, das la vuelta al libro para mirar el precio y ¡sorpresa! te encuentras con 30 euros de libro. 30 euros. Las librerías y editoriales pretenden que paguemos 30 euros por un libro y luego nos dicen que la lectura está al alcance de todos. En este punto, saltarán los defensores del libro electrónico diciendo que es mas fácil tener acceso a libros a través de este medio. Sí, es cierto, los libros electrónicos son más económicos, pero también provocan que algunos usuarios acaben descargándose copias piratas del libro, lo que perjudica al autor. Pero esto es solo uno de los puntos.

La segunda de las respuestas posibles, y en la que más me voy a centrar, es que no estemos fomentando la lectura del todo bien. Si habiendo tantos intentos de que los libros lleguen a los nuevos lectores no lo conseguimos, es que no lo estamos intentando de la manera adecuada. Cada vez las campañas realizadas por el ministerio de cultura para fomentar la lectura son más escasas. Hace unos años, en la televisión  teníamos el famoso anuncio con el lema "Si tu lees, ellos leen", pero ahora, el máximo anuncio que vas a encontrar va a ser un poster en una biblioteca o un folleto en la feria del libro. Si, como es evidente, la mayoría de los jóvenes prefieren la televisión o Internet a la lectura, ¿no es más lógico que estos intentos de acercarles la lectura se haga a través de estos medios en vez de a través de panfletos? Hay que buscar los métodos necesarios para que el mensaje llegue a su destino, no lanzar una botella con el mensaje al mar y confiar en que alguien lo recoja. Si llevas años intentando algo de la misma forma y no da resultados, lo más lógico es cambiar el método. Como dijo Einstein, si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. Tenemos al alcance montones de medios de divulgación mediante los que podéis lograrlo e insistís en lo mismo. Luego no os quejéis si criáis un país de analfabetos.

Y llegamos al segundo tipo de divulgación. La enseñanza y los profesores. Desde pequeños, los profesores de Lengua nos han intentado introducir en la lectura, ya sea mediante charlas o lecturas obligadas. Y es en este punto el que quiero comentar más detalladamente. Desde que aprendemos a leer, en el colegio, todos los cursos tenemos en la asignatura de Lengua y Literatura una serie de libros de lectura obligatoria. Estos libros intentan que nos acerquemos a la lectura al principio, y en cursos superiores, que introduzcamos en nuestras cabezas un poco de cultura literaria. El problema es que la mayoría de las veces, ninguno de los libros que tenemos que leer son interesantes. Si lo que buscas es atraer a la lectura nuevas personas, señor profesor, no elijas libros aburridos. Si tu empiezas una nueva actividad, y te resulta aburrida, no vas a querer hacerla, y si te obligan a seguir haciéndola acabarás odiando esa actividad. Pues es lo mismo con la lectura. Por mucho que consigas que los estudiantes se lean Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Becquer o Los mejores relatos de misterio de Edgar Allan Poe, por mucho que consigas meter en sus cabezas algo de cultura literaria, vas a aburrirlos. Y eso va a conseguir que cada curso, cada año se alejen más de la lectura. Yo considero un logro mayor conseguir atraer nuevas personas a la lectura, conseguir nuevos lectores, que conseguir que los estudiantes se llenen la cabeza con los versos de Becquer. Solo con elegir mejor los libros que se van a leer durante el curso podemos conseguir resultados mejores. Si los libros que eliges consiguen enganchar a las personas, es muy posible que poco a poco esas personas vayan entrando en el mundo de la lectura. Empezaran por ese libro, verán que la lectura puede ser entretenida, probarán con otro y al final se meterán de lleno. Pero sin embargo, si empiezan un libro, les aburre el libro, les fuerzan a leerlo obligados, lo último que querrán hacer cuando lo terminen es coger otro libro.

Hay muchas libros que los profesores pueden elegir conforme a la edad de los estudiantes, que conseguirán introducir a un gran número de estudiantes en la lectura.

Si intentamos cambiar un poco estas cosas, conseguiremos que por lo menos, cada año se sume un pequeño grupo de lectores a nuestras filas. Conseguiremos que unas cuantas personas más viajes con cada libro a través de infinitos mundos, que dejen correr su imaginación, sin que nada la limite.

Como ya he dicho al principio, esta entrada iba a ser un poco distinta a otras que he hecho, es un poco larga, y se os puede hacer un poco espesa, pero necesitaba comentar este tema. Espero que aquellos que han conseguido llegar hasta aquí les haya gustado, o por lo menos estén de acuerdo. Y como siempre, si queréis comentar algo de la entrada, tenéis los comentarios o mi correo en la sección de contacto.