Reseña: El Hobbit: La Desolación de Smaug

Pues sí, ayer fue el estreno en cines de la segunda parte de la adaptación cinematográfica de la novela El Hobbit de J.R.R. Tolkien. Como todas las anteriores adaptaciones, está dirigida por el neozelandés Peter Jackson quien es guionista junto con Guillermo del Toro de esta parte y la anterior. El reparto de El Hobbit: Un viaje inesperado se conserva por lo que volveremos a ver a Martin Freeman en la piel de Bilbo Bolsón, a Ian Mckellen interpretando a Gandalf el Gris y a Richard Armitage como Thorin Escudo de Roble. Además, se unen nuevos actores al reparto. Volveremos a ver a Orlando Bloom haciendo una vez más de Legolas, Luke Evans interpreta a Bardo, el Arquero, y Evangeline Lilly (también conocida por hacer de Kate en Perdidos) interpreta a Tauriel, una elfa que no aparece en el libro.

En esta nueva entrega, Bilbo, Thorin y el resto de la compañía, han conseguido atravesar las Montañas Nubladas y huyen del malvado Azog. Para continuar a su viaje hacia Erebor, deben atravesar el Bosque Negro, donde se enGandalf se separa para intentar desentrañar el misterio de el Nigromante.

cuentran con el reino de los elfos silvanos. Antes de entrar al Bosque Negro,

Y hasta aquí puedo contar si no quiero desvelar la trama de la película a aquellos que todavía no la hayan visto o no hayan leído el libro.

Quería haberme terminado el libro antes de ver la película, pero no me ha dado tiempo, así que no puedo comparar demasiado con el libro. Solo puedo comentar algunas cosas que ya sabía de antes.

Para empezar, Peter Jackson ha creado a Tauriel, una elfa silvana que se ve envuelta en un triángulo amoroso. Desde mi punto de vista no es un personaje que perjudique la película, por lo que su importancia es un poco banal.

Esta película me ha gustado más que la primera parte, tiene muchas mas escenas de acción en las que una vez más los elfos nos sorprenderán con su acrobática habilidad a la hora de acabar con los orcos.

La película es larga, 2h y 38 minutos, pero a mi se me hizo hasta corta. Es de esas películas que no quieres que acaben, y debido a su duración dura más de lo que te esperas. Para mí, esto no es ningún problema, habría sido capaz de tragarme cinco horas de película si Peter Jackson hubiese juntado la segunda y tercera parte. Pero para algunos desafortunados con vejiga de menor capacidad esto puede ser un problema.

Como siempre, Peter Jackson nos sorprende con parajes impresionantes de su tierra natal, que te dan ganas de correr detrás de Bilbo y unirte a su compañía.

El único aspecto negativo que le veo a la película es que en algunos momentos del final, hay tantas imágenes hechas por ordenador en la pantalla, que la película parece un videojuego, pero esto solo ocurre unos segundos. Por lo demás el acabado gráfico está muy conseguido y puedes llegar a pensar que Smaug es real.

Otros aspectos que comentar... Pues que Gandalf se nos hace mayor, y es que Ian Mckellen cumplirá 75 años la primavera que viene y ya no está para estos trotes. Otro año más, las bolsas bajo los ojos se acentúan, y en algunos momentos de la película te da hasta lástima los golpes que se lleva el venerable anciano.

Igual le pasa a Orlando Bloom para quien, a pesar de interpretar a un elfo inmortal, los años no pasan en balde. De los 24 añitos que tenía cuando interpretó por primera vez a Legolas en La comunidad del anillo, hasta los 36 años que tiene en esta ultima entrega, se notan. Por mucho maquillaje que le pongas a un actor, los años no se pueden quitar. ¡Y le han cambiado la voz! Eso me indignó. Por favor, actores de doblaje, no cambiéis las voces, que me gustaba la que tenía.

Creo que no me queda más por comentar, salvo quizás alguna mención de pasada a Gimli, a quién mencionan en la película como el hijo de Glóin, uno de los enanos de la compañía, o el cameo que hace Peter Jackson nada más empezar la película.

Espero que os guste y la disfrutéis. Merece la pena.