Volví a despertar, esta vez mas confuso que la anterior. ¿Por qué me dolía tanto la cabeza? Entonces recordé el golpe de la policía. ¡Qué policía! "Una mujer con carácter, las mejores." Pensé para mis adentros. Seguía atado a la silla con la diferencia de que esta vez estaba amordazado."No la hicieron gracia las bromas de la ultima vez"
Pasaba el tiempo y no venía nadie, atado como estaba no podía mirar alrededor, pero suponía que no había nada interesante que observar. Pasaban las horas.
Al cabo de un rato que no sabría decir cuan largo fue oí como se abría una puerta a mis espaldas. Un sonido de pasos se fue acercando a mi hasta que se frente a mi. Era la misma policía, aun que esta vez tenia cara de no querer perder el tiempo.
-No te voy a quitar la mordaza- comenzó a decir con rapidez- Te voy a enseñar una serie de fotos y al final vas a asentir con la cabeza si has reconocido algo en las imágenes.
Abrió un sobre que llevaba en la mano y sacó unas fotografías. Me enseñó la primera, era un hombre con el pelo claro y que parecía de origen soviético. No le conocía de nada. Cambió de fotografía, esta vez era un señor mayor con los ojos azules y una cicatriz n un lado de la cara. No me sonaba de nada.
Por último cogió la ultima fotografía y me la enseñó. Fue como si me golpearan en la tripa. Ahí estaba ella, como la ultima vez que la había visto. No pude evitarlo y comencé a sollozar.
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